Pues una se espera que le encarguen un castillo de princesas, que puede sonar al sueño de las niñas de diez años...pero un castillo para un chico???? Y si puede ser que tenga el escudo del apellido...comorrr???
Pos ná, manos a la obra. Nos ponemos la Noa y yo a planear la tartita, pues habrá que hacerle unas torres, pues lo del RKT de Sugar Mur nos enteramos después...así que a hacer bizcochos como si no hubiera un mañana!!! Qué pena no tener unas fotos del paso a paso porque no hubo tiempo de ná y todo eso porque nos pilló otro encargo de sorpresa, que os contaré en otro post, ok?
Así que poquito a poco fue saliendo esto:
Ya os fijáis que las torres tuvieron que llevar un poco de ayuda para sujetarse pero en vez de colocar los palillos a ras, aprovechamos y lo dejamos de estandarte de bandera y punto pelota.
Los palillos de brocheta van siempre dentro de pajitas de las de beber, para que no dejen astillas y sea más higiénico.
El bizcocho era todo brownie de chocolate negro y el relleno, era ganaché de chocolate negro para el edificio y de chocolate blanco para las torres.
Me da a mí que además de estar rica la tarta, también cumplió la función de regalo-sorpresa-chiste que es de lo que se trataba, que no es que este chico se nos vaya a ordenar caballero medieval, a que no?
Y al final, con todos los detallitos quedó así:
Prometo que intentaremos acordarnos de ir haciendo fotos mientras hacemos la tarta para poder hacer algún paso a paso, pero es que empezamos y no hay quien nos pare!! Nos vemos pronto!!!